El Voder, (de Voice Operating Demonstrator), desarrollado por la Bell Telephone Laboratory, fue el primer intento por sintetizar electrónicamente el habla humana descomponiéndolo en sus componentes acústicos.

Fue inventado por Homer Dudley entre 1937 y 1938 y es un desarrollo de su trabajo anterior sobre el Vocoder. La calidad del recurso fue limitada; sin embargo, demostró la posibilidad de sintetizar la voz humana.

El Voder sintetizó el habla humana al imitar los efectos del tracto vocal humano. El operador podía seleccionar uno de dos sonidos básicos usando teclado. Un zumbido generado por un oscilador reproducía las vocales sonoras y los sonidos nasales con el tono controlado por un pedal.

Un silbido producido por un tubo de descarga de gas creaba las sílabas. Estos sonidos iniciales se transmitían a través de un banco de 10 filtros que se seleccionaban mediante claves; sus salidas se combinaban, amplificaban y alimentaban un altavoz.

Los filtros estaban controlados por un conjunto de teclas y un pedal para convertir los silbidos y los tonos en vocales, consonantes e inflexiones. Se proporcionaron claves especiales adicionales para hacer sonidos explosivos como “p” o “d”.

Si bien esta era una máquina compleja para operar, después de meses de práctica, un operador capacitado podría producir un discurso reconocible.

El Voder se presentó por primera vez al público en la Feria Mundial de Nueva York de 1939.

El Voder se desarrolló a partir de la investigación sobre esquemas de compresión para la transmisión de voz en cables de cobre y para encriptación de voz. En 1948, Werner Meyer-Eppler reconoció la capacidad de la máquina Voder para generar música electrónica.