La animatrónica es una técnica utilizada para crear máquinas capaces de imitar el comportamiento y la apariencia de seres vivos. Se logra mediante la construcción de figuras que combinan componentes electrónicos y mecánicos, permitiéndoles moverse de manera realista. Para lograr esto, se emplean motores, cables, sensores, controladores electrónicos, así como técnicas de maquillaje y pelucas, entre otros elementos.

Uno de los primeros registros de figuras animatrónicas es el León Autómata, construido en 1515 por Leonardo da Vinci por solicitud del Rey Francisco I. Poco más de dos siglos después, en 1737 Jacques Vaucanson, construyó su primer autómata, “El flautista”, una figura de tamaño real capaz de tocar doce canciones.

En la actualidad, se alcanzó un alto nivel de sofisticación en la técnica gracias a los avances tecnológicos. Se pueden encontrar diversas figuras animatrónicas en el ámbito del entretenimiento, como en parques temáticos y de diversiones, así como en la industria cinematográfica para la creación de efectos especiales.

Además del entretenimiento, la animatrónica también se aplica en otros ámbitos, como la publicidad, la educación y los museos, la medicina y la investigación, entre otros.