Selfie de Naruto

En 2011, el fotógrafo de naturaleza David Slater viajó a la Isla de Sulawesi en Indonesia para sacar fotografías de grupos de macaco negro crestado. Cuando la cámara estaba ya preparada, los monos se pusieron a jugar con los aparatos y una macaca hembra apretó el gatillo y tomó varias fotografías. Mejor dicho, se tomó varios autorretratos o selfies. Desde ese entonces, se ha librado toda una batalla legal para saber quién es el dueño de los derechos. El argumento del fotógrafo es que él había planificado que eso sucediese y que preparó la cámara con la idea de que tarde o temprano, los monos jugaran y terminaran tomando algunas fotos.

La reclamación de derechos de autoría de Slater fue cuestionada con el argumento de que la fotografía estaba en el dominio público porque un simio no es una persona jurídica capaz de ostentar derechos de autor y que Slater no podía reclamarlos porque no estuvo implicado en su creación.

Por otro lado, sucedió que PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) intentó usar las selfies de los monos para establecer un precedente legal de que los animales deberían ser declarados titulares de derechos de autor. Slater había publicado un libro que contenía tales fotografías. En septiembre de 2015, PETA presentó una demanda, solicitando que se le asignaran los derechos de autor al mono y que se designara a PETA para administrar las ganancias de las fotos para «el beneficio de las especies en peligro de extinción».

En su artículo “Simia manu facta: el selfie de Naruto  y los márgenes de la creatividad”, Luis Vives-Ferrándiz Sánchez dice que:

“Aunque el ámbito de la legislación pueda determinar y discutir si corresponde considerar al mono como autor y poseedor de los derechos pertinentes hay otros aspectos que se encuentran insertos en la tradición de la historia del arte y del medio fotográfico como el tema del mono hacedor de imágenes, el automatismo de la imagen fotográfica o la creatividad no humana que, puestos como trasfondo del caso de Naruto, revelan una serie de paradojas y contradicciones que este artículo quiere poner de relieve con el fin de cuestionar y problematizar el canon eurocéntrico y humanista de la creatividad (…) La selfie de Naruto afecta a los debates contemporáneos acerca de la condición humana ya que extiende la creatividad o la experiencia con las imágenes hacia ámbitos marginales que no entraban dentro de los cánones habituales de la historia del arte”.

Enlace al artículo mencionado: https://revistas.uma.es/index.php/boletin-de-arte/article/view/5776/6792

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