Mark Bain destruye arquitectura con infrasonido
La obra de Mark Bain (1966) se centra en la interacción entre la acústica, la arquitectura y las reacciones físicas infrasónicas. Utiliza los sonidos inaudibles normalmente presentes en edificios, amplificándolos con equipos sismográficos para hacer vibrar los materiales empleados en la construcción y su entorno, esencialmente, sacudiendo los edificios y convirtiendolos en instrumentos musicales o en algunos casos, destruirlos.
La amplificación de las oscilaciones sismográficas de la arquitectura y el suelo, permite a Bain sondear las estructuras con datos de forma de onda y sonido, definiendo una presencia dentro de lo que normalmente se considera estático. El trabajo de Bain encuentra paralelos en los primeros experimentos de Nicola Tesla con dispositivos vibratorios y lo inspiraron a desarrollar un sistema de resonancia de edificios que le permitía ‘tocar’ las estructuras como instrumentos musicales.
Está especialmente interesado en la conexión entre las estructuras y el público que asiste al espectáculo o la instalación, cuyos cuerpos contribuyen a la suma de vibraciones y a la composición de la obra.