Malware Museum es una colección de programas de malware, en general virus que se esparcieron en computadoras hogareñas durante 1980 y 1990, se encuentra alojada en Internet Archive. El curador del museo es Millo Hypponen, quien en su cuenta de Twitter se presenta como “supervillano“, pero quien también ha hecho mucho a favor de la forma en que los usuarios se desenvuelven con fluidez en la red al compartir sus conocimientos e hipótesis, por ejemplo esta reconocida charla TED del 2011:

Millo Hypponen es un investigador de alto rango en F-Secure, es miembro de de la Nordic Business Forum y miembro consulto de T2, estas actividades lo posicionan como un experto en seguridad informática.

La colección actualmente cuenta con 86 ítems de malware. Estos programas originalmente infectaban los sistemas mostrando animaciones pantalla completa (limitadas por el lo-fi de la época, similar a los ejemplos de teletext art y ASCII) avisando al usuario que había sido infectado, pero en la colección del Museo estos programas han sido despojados de sus rutinas destructivas y convertidos en ejemplos. Algunos hackers/programadores hasta han usado al malware como una forma de terrorismo poético, como lo definiría Hakim Bey, y como expresión artística consciente. Algunos ejemplos son:

Marine Virus es un programa que presenta una playa tranquila con un bote navegando mientras anulaba todos los archivos del hard drive; LSD Virus convierte la pantalla en un arco iris animado; Tecnho Virus que reproduce sonidos muy molestos y llenaba la pantalla de Techno; COFFSHOP Virus muestra una hoja de cannabis y pide por su legalización.

Todos estos ejemplos ahora pueden ser consultados por quien desee sin poner en riesgo su equipo y estudiar al malware que con estos nombres de fantasía y construcciones semíoticas son un acercamiento a la cultura hacker.

Gracias a nuevos conceptos como “la imagen pobre” de Hito Steyrl y la forma en que la historia de los medios se desenvolvió, por ejemplo, los pop ups publicitarios invaden nuestras ventanas con ofertas inspiradas en nuestros historiales de búsquedas (lo cual es una forma de invasión a la intimidad a nuestras identidades virtuales), mensajes automáticos, uso de bots, etc, ver en perspectiva al fenómeno del malware evidencia su valor como medio de comunicación masivo y anticipa la conexión del usuario con sus dispositivos personales (parte del rechazo al malware es la reacción de fastidio como si las personas mismas estuvieran “infectadas“, la frustración es bastante personal), o se hackea la realidad.

Cabe destacar la diferencia entre la actitud de los hackers de la época versus los hackers informáticos modernos cuyo motor es el dinero y llevan a adelante crímenes relacionados con vaciar cuentas bancarias, robar datos, duplicar identidades, etc.

En el inicio de la programación informática los adolescentes con acceso al hardware correcto usaban el malware como una forma de entretenimiento (algo así como los trolls de foros, memes, etc) sin la intención destructiva y peligrosa que se le suele adjudicar a los hackers. Es un hermoso gesto de parte de Hypponen hacer esta revalorización de la historia para con la comunidad ya que para muchos programadores los malwares fueron formas de arte.

Sitio de Mikko Hypponen
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