Chul-Hyun Ahn (Corea del Sur, 1971) es un artista que combina el uso del color, los espejos y el neón industrial. Sus obras forman una ilusión óptica basada en la profundidad de campo como una representación física del infinito y el vacío. El efecto, conocido como “espejo infinito”, es un sencillo procedimiento que se obtiene mediante el enfrentamiento de un espejo y un vidrio espejado.

  Comenzó su exploración en la geometría del espacio siendo aún estudiante en la Universidad de las Artes Chugye, de la cual es graduado. Su interés por la abstracción tridimensional lo llevó a incorporar en sus obras sistemas de los años 60 utilizados por los minimalistas Donald Judd y Dan Flavin como formas básicas, redes y otras superposiciones de materiales incluyendo los juegos de espejos.

Ahn aplicó las doctrinas budistas a la base de su investigación. Sus obras están pensadas como objetos de meditación: el espectador, mediante la contemplación de sus obras, transporta su mente al infinito y al vacío aniquilando el plano material.