Infierno
Inferno es una experiencia robótica e interactiva desarrollada por los artistas Bill Vorn y Luis-Philippe Demers.
La instalación se constituye de 25 exoesqueletos robóticos que controlan a los participantes desde el torso para “bailar” en sincronicidad con música técno-industrial y luces
La experiencia lleva el nombre de Inferno porque el dúo toma inspiración de dos lugares claves:
– La primera de las tres canticas de la Divina Comedia, Infierno (Inferno)
– Las 10 Cortes del Infierno exhibidas en Haw Par, Singapur, que es una representación budista china sobre los distintos niveles del infierno y castigo, según el pecado
Los artistas observaron que en ambas representaciones culturales del infierno, los castigos no son psicológicos ni emocionales, sino puramente físicos
Las distintas máquinas conectadas al cuerpo de los participantes son la particularidad más grande de esta experiencia voluntaria pero, a su vez involuntaria. Los participantes se vuelven una parte activa del show en la que aveces tienen libertad de movimiento y la mayor parte del tiempo son forzados a reaccionar físicamente como la máquina les indica, desde un gesto hasta una coreografía, poniendo en primera plana la pérdida de autonomía.
La experiencia dura alrededor de una hora