El dispositivo consiste en pintarse la cara para ocultarse dispositivos de reconocimiento facial. Los patrones con los que se debe aplicar la pintura son importantes: para el cálculo de píxeles de los algoritmos de reconocimiento facial, el rostro se convierte en un amontonamiento de píxeles sin sentido. 

Por eso los patrones se denominan computer vision dazzle (o CV dazzle). Cuando funciona, el deslumbramiento impide que los algoritmos de reconocimiento facial vean un rostro. La técnica toma su nombre del camuflaje de deslumbramiento de las dos guerras mundiales: las armadas de las grandes potencias trataban de proteger sus barcos no escondiéndolos entre las olas, sino ocultando su tamaño y movimiento. CV dazzle fue desarrollado por el artista, diseñador y empresario Adam Harvey, que creó los patrones como estudiante del Programa de Telecomunicaciones Interactivas de la Universidad de Nueva York.

La idea de CV dazzle es sencilla. Los algoritmos de reconocimiento facial buscan ciertos patrones cuando analizan las imágenes: patrones de luz y oscuridad en los pómulos, o la forma en que se distribuye el color en el puente de la nariz: una cantidad básica de simetría. Todos estos rasgos característicos delatan la singularidad de un rostro humano. Si se los obstruye, el algoritmo no puede separar un rostro de cualquier otra franja de píxeles.