El caleidoscopio ( visor de imágenes bellas )  fue inventado en 1816 por el físico escocés David Brewster, la idea de Brewster era que haya uno en cada casa, puesto que imaginó el aparato como una fuente infinita de entretenimiento.

El caleidoscopio funciona como un generador de patrones de sofisticadísima simetría y gran variedad de coloridos diseños. Estos diseños son activados casi sin esfuerzo por parte del usuario, que al  sacudir una y otra vez el tubo visor, obtiene al observar por la mirilla, una imagen nueva que probablemente jamás había visto antes.

El dispositivo tuvo enorme aceptación, y se replicó sin que Brewster ganara demasiado, ya que al ser tan simple, podía ser copiado por otros fabricantes.

E. Gombrich plantea en su libro ¨El sentido del Orden¨, un vínculo posible entre el caleidoscopio y el arte por generativo por computadora,  debido a la capacidad del caleidoscopio de generar aleatoriedad controlada de imágenes, que pueden ser percibidas gracias a su grado de complejidad, como infinitas.

Artistas como John Whitney, Harry Smith e Ishu Patel, así como varios realizadores dadaístas de principios del siglo 20, han sido influenciados por las formas generadas por el caleidoscopio utilizando juegos visuales similares en sus propias creaciones.