Los hermanos Skladanowsky, alemanes de origen polaco, presentaron al público del “Wintergarten” Varieté (un famoso teatro berlinés ubicado en el Central Hôtel, contiguo a la estación Friedrich-Strasse del ferrocarril) su Bioskop el jueves 1° de noviembre de 1895. Era éste un proyector de cine que desarrollaron con pocos medios y un gran empeño meses antes de que tuviera lugar la primera exhibición comercial del cinématographe de los hermanos Lumière en el Salón Indiano del Gran Café de París, el 28 de diciembre de 1895.

 

 

Las exhibiciones del Bioskop ocuparon quince minutos de la programación del “Wintergarten”, constaron de nueve filmes de menos de un minuto de duración, cada uno de los cuales se repitió varias veces, y para los que Hermann Krüger compuso piezas musicales originales. Los títulos de las películas se proyectaron por separado, por medio de una linterna mágica, y las diligentes manos de los tramoyistas mantuvieron húmeda la pantalla para incrementar su brillantez. El espectáculo se efectuó todos los días ante alrededor de mil quinientos espectadores, se prolongó por cuatro semanas, ganó el favor del público y llamó la atención de la prensa. Un redactor del Staatsbürger Zeitung escribió el 5 de noviembre de 1895: “Al final de la función surgió un haz de luz de la pequeña plataforma elevada en la que descansaba el Bioskop. El ingenioso técnico que lo operaba empleó la idolatrada fotografía instantánea y la mostró amplificada en su exhibición, pero no en forma estática sino animada. ¿Cómo lo logró? El diablo sabrá”.

Las siguientes fueron las nueve películas que los Skladanowsky mostraron el 1º de noviembre de 1895 en el “Wintergarten”: Baile campesino italiano ejecutado por el grupo infantil Ploetz-Larella, Barra cómica de los hermanos Milton, Ancion: La bailarina de la Serpentina, El titiritero Paul Petras con “Sombrero” y “Pelota”, Un canguro boxeando con Mr. Delaware, Popurrí acrobático de la familia Grunato, Los hermanos Tscherpanoff bailan la Kamarinskaja: una danza nacional rusa, Los boxeadores Greiner y Sandow, y Apoteosis o Cumpleaños de Max Skladanowsky o El inventor del Bioskop. No deja de llamar la atención la enorme similitud de los primeros motivos temáticos del Bioskop de los Skladanowsky con los del kinetoscope de Thomas Alva Edison; tan emparentados, ambos, con el universo del circo y elmusic-hall.

 

El éxito que obtuvieron los Skladanowsky en el “Wintergarten” de Berlín motivó que el Folies Bergère de París contratara su espectáculo para enero de 1896 y que el Empire Theatre de la plaza Leicester de Londres hiciera lo propio. Sin embargo, después de la presentación a finales de diciembre del cinématographe de los Lumière en el Gran Café de París, tanto el Folies Bergère como el Empire Theatre cancelaron sus compromisos con los Skladanowsky.

Luego de Berlín, los hermanos Skladanowsky se dirigieron a Hamburgo, donde trabajaron a partir del 21 de diciembre de 1895. Emil se encargó de las proyecciones y Max viajó a París para asistir a la ya aludida exhibición del 28 de diciembre del cinématographe. El asombro de Max fue total e inmediatamente comprendió que tenía que realizar muchas mejoras a su Bioskop para que éste pudiera siquiera competir con el portento de los Lumière.

En marzo de 1896 los Skladanowsky emprendieron una gira que comprendió Alemania central (Kothen, Halle y Magdeburgo), Noruega (Oslo, entonces llamada Cristianía, del 6 de abril al 5 de mayo) y Holanda (Groningen, del 14 al 24 de mayo, y Ámsterdam, a partir del 21 de mayo). Después de los Países Bajos, los hermanos pasaron a Dinamarca, donde trabajaron en el teatro de pantomimas de los Jardines del “Tívoli” de Copenhague del 11 de junio al 30 de julio; luego viajaron a Suecia, donde dieron funciones a partir del 3 de agosto en Estocolmo; y, tras una larga permanencia en Escandinavia, volvieron al “Wintergarten” de Berlín, ya en febrero de 1897.

El técnico de la familia era Max, quien fue aprendiz de fotógrafo, pintor de placas de vidrio para linterna mágica y, por último, aprendiz de óptica en los talleres Hagendorn de Berlín, fabricantes de equipos de iluminación teatral y de aparatos de linterna mágica. Junto con su padre, Carl Theodor, y su hermano mayor, Emil, Max vivió durante varios años de la proyección ambulante de fantasmagorías, un espectáculo de linterna mágica que gozaba de mucha popularidad en las ferias y los circos. Así, entre 1881 y 1890 los Skladanowsky recorrieron Alemania y Europa central ofreciendo diversos espectáculos visuales, y en este último año Max y Emil crearon un “teatro mecánico” portátil que en 1891 explotaron en Alemania y en 1892 en Viena, Budapest y algunas ciudades escandinavas.

En 1892, Max y Emil construyeron una cámara cronofotográfica: la Kübelkiste 1. Ésta tenía un movimiento intermitente proporcionado por un engranaje de tornillo sin fin y estaba diseñada para usar la novedosa película sensible, no perforada, que producía la Eastman Kodak Company de Rochester, Nueva York. (La película de George Eastman contaba con un soporte de celuloide, se podía embobinar fácilmente y tenía un formato de 35 mm de ancho.) Entusiasmados, los Skladanowsky solicitaron a la compañía que les abasteciera con algunas tiras de película para sus experimentos, pero ésta les respondió que sólo aceptaba pedidos superiores a las mil unidades: una cantidad tan elevada, que obligó a los hermanos a desistir de su orden y a retrasar las pruebas de su aparato. Así y todo, con la Kübelkiste 1 y con película de procedencia inglesa, los Skladanowsky impresionaron su primer filme, consistente en cuarenta y ocho fotogramas en los que aparecía Emil, rodados el 20 de agosto de 1892.

 

El tornillo sin fin de la Kübelkiste sólo permitía filmar ocho cuadros por segundo. De modo que, para duplicar el número de imágenes y crear la ilusión de un movimiento continuo, Max debía cortar en el copiado la película en dos bandas y luego emplear un proyector de doble imagen que iluminara de manera alterna fotogramas de cada una de las bandas para alcanzar los dieciséis cuadros por segundo. El aparato estuvo terminado a mediados del verano de 1895 y fue bautizado con el nombre de Bioskop. Era un proyector de cine inspirado en la tecnología de las linternas mágicas dobles, que se utilizaban para generar disolvencias. En fin, el Bioskop usaba dos bandas de película no perforada de 54 mm de ancho, dos lentes, un par de lámparas eléctricas de arco y un engranaje de tornillo sin fin.

Max, experimentado linternista, siguió trabajando en el perfeccionamiento de su complicado aparato de imágenes en movimiento y para el otoño de 1895 tuvo lista una segunda versión del Bioskop. Esta vez, el arrastre de la película de 63 mm de ancho era proporcionado por una “Cruz de Malta”; una rueda dentada que oscilantemente producía el movimiento intermitente que hacía avanzar los fotogramas. A pesar de que el resultado final era una secuencia de 16 imágenes por segundo, el proyector de Skladanowsky nunca consiguió una representación del movimiento tan precisa como la que obtuvieron los Lumière con su máquina. Con esta nueva versión del Bioskop Max rodó los nueve filmes que proyectó el 1º de noviembre en el “Wintergarten” de Berlín, y algunos más, entre ellos: Lucha libre (1895), La llegada de un tren (1896), Alarma de bomberos (1896) y Salida de los bomberos después de la alarma (1896).

La última función de Skladanowsky se efecutó en Stettin, Pomerania Occidental, el 30 de marzo de 1897, con un Bioskop perfeccionado de una sola banda, con el que proyectó la película En la fábrica textil de Stettin (1897). Paradójicamente, ese mismo día expiró la licencia de Max como exhibidor de imágenes animadas y cuando éste solicitó su renovación, las autoridades berlinesas se negaron a concederla en vista de había ya “demasiadas licencias en circulación”. Con el mismo aparato Skladanowsky rodó —el 30 de abril— su Apoteosis II o Los hermanos Skladanowsky se inclinan delante de una pantalla de cine (1897), celebración familiar con motivo de su trigésimo cuarto aniversario, que constituyó su acto de despedida del negocio de la exhibición de películas. De este modo, apenas un año y medio después de haber mostrado su invento en el “Wintergarten” de Berlín, los Skladanowsky dejaron el campo libre a otros entrepreneurs.

El Bioskop y sus opacas imágenes animadas pasaron al olvido en muy poco tiempo debido a la carencia de capital, a la falta de pericia de los Skladanowsky para manejar su empresa y a la superioridad técnica de los equipos Lumière y Pathé. Max se dedicó a producir “cinematógrafos de bolsillo” (cuadernillos con fotografías o fotogramas impresos que al hacer correr sus páginas con velocidad permiten “ver la película”), a dar funciones de linterna mágica, a vender cámaras y proyectores a aficionados —así como materiales para revelar e imprimir— y a producir diapositivas tridimensionales para linternas mágicas estereoscópicas. Para todo ello, fundó en Berlín la sociedad Projektion für Alle (Proyección para todos).

 

Nada más contrastante que la modesta condición económica de la familia Skladanowsky y la situación tan acomodada de la familia Lumière. La biografía de Antoine, el padre, es la de un self-made man. Un pobre huérfano a los catorce años, que veinte años después ha alcanzado tal éxito como fotógrafo retratista como para erigir un edificio en el lugar que había ocupado su humilde barraca de madera. Pero fueron sus hijos los que consolidaron definitivamente la fortuna de la familia, convirtiéndose en fabricantes de placas secas, la gran novedad de la fotografía de los años 80 del siglo diecinueve. El negocio, mal dirigido por el extravagante Antoine, amenazaba constantemente con venirse abajo, pero los hijos estuvieron siempre presentes, dispuestos a inventar un nuevo producto que lo volviera a sacar a flote. El primero de esos milagrosos ingenios fue la placa “etiqueta azul” de 1882, que constituyó el punto de arranque de su riqueza, pues de ella obtuvieron los Lumière utilidades por más de 500,000 francos-oro. En 1894, su empresa se denominaba Sociedad Anónima de Placas y Papeles Fotográficos A. Lumière e Hijos, contaba con un capital de 3.000,000 de francos, producía quince millones de placas al año y, con sus trescientos obreros, se reputaba como la mayor fábrica en su género en toda Europa.

Durante sus primeros años como cineasta, Louis Lumière se abocó a la tarea de retratar a su propio conjunto familiar en breves filmes de menos de un minuto de duración, dedicados a la captura de un momento, de un instante, de su propia vida familiar: El desayuno del bebé, El jarrón de los peces rojos, Querella infantil, Baños de mar, Partida de écarté y tantas otras vistas similares eran —como señala Georges Sadoul—  “al mismo tiempo que un álbum de familia, un documental social no deliberado de una familia francesa acaudalada de finales del siglo diecinueve”. En ellas, Louis ofrecía el ejemplo de un éxito bien asegurado y los primeros espectadores de sus vistas —todavía no el público que poco tiempo después colmaría las ferias y los barracones para ver las imágenes en movimiento— no eran otros que los integrantes del propio clan Lumière, acompañados por sus parientes y amigos.

Por su parte, y con toda la modestia del caso, Max Skladanowsky también filmó a su propio núcleo familiar en Apoteosis o Cumpleaños de Max Skladanowsky o El inventor del Bioskop (1895) y Apoteosis II o Los hermanos Skladanowsky se inclinan delante de una pantalla de cine (1897), como antes se vio. Pero el verdadero retrato de la familia Skladanowsky lo realizó el cineasta alemán Wim Wenders cien años después, cuando rodó una biografía en homenaje a estos pioneros del cine.

Los hermanos Skladanowsky (1995), de 58 minutos de duración, consta de tres partes, a saber: I. De cómo encontró papá la solución (en una reconstrucción ficcional y con una fotografía experimental, Gertrud, la hija mayor de Max Skladanowsky refiere las aventuras que vivieron su padre, sus tíos Emil y Eugen, y ella misma, hasta que se resolvieron ciertos problemas técnicos del Bioskop), II. La primera exhibición (un narrador, que representa a Max Skladanowsky, realiza un contrapunteo entre la primera exhibición del cinématographe de los hermanos Lumière en el Salón Indiano del Gran Café de París el 28 de diciembre de 1895 y la del Bioskop de los hermanos Skladanowsky en el “Wintergarten” Varieté de Berlín el 1° de noviembre de 1895) y III. 1895-1995 (Lucie Hürtgen-Skladanowsky, hija menor de Max Skladanowsky, nacida en 1904, rememora y comparte los recuerdos de su constelación familiar a lo largo de un siglo).

En 1905, 1913 y 1914, la sociedad Projektion für Alle GmbH, Berlin, realizó sin pena ni gloria media docena de filmes de ficción, que se rodaron con nuevos aparatos en un formato de 35 mm, entre ellos: El pretendiente nocturno (1905), producida y dirigida por Max Skladanowsky e interpretada por Eugen Skladanowsky, el menor de los tres hermanos; La cacería de moscas o La venganza de la señora Schultze (1913), producida y dirigida por Max Skladanowsky y protagonizada por Eugen Skladanowsky, con una longitud de 165 metros; y La moderna señorita de Orleans(1913/1914), de 283 metros de longitud, producida y dirigida por Max Skladanowsky e interpretada por Eugen Skladanowsky, quien trasvestido representó el papel de Johanna, una cocinera muy peculiar.

El argumento de este último filme es el que sigue: una joven trabaja como cocinera en una casa rica. Cada vez que puede, lee la novela romántica “Johanna de Orleans”; pero no sólo la lee sino que se compenetra a tal grado en el personaje de su heroína, que no tarda en esgrimir la escoba como si fuera una espada y en atacar, como si se tratara de un duelo, a la señora de la casa. El patrón corre la misma suerte, ya que la cocinera lo atrapa con la escoba y lo arroja por los aires. Hasta el despreocupado párroco es agredido con violencia por la doméstica. Después de haber hecho sufrir tanto a esta familia, la joven responde al anuncio de un periódico que dice: “Se busca cocinera”. Fácilmente obtiene el empleo, en el que es recibida con los brazos abiertos. Una noche entran a robar a la casa de su nuevo patrón. El ruido despierta a la cocinera, ésta se levanta, asume la personalidad de su heroína, “Johanna de Orleans”, alcanza el cinturón con las monedas del señor de la casa, lo esconde en un baúl y, bajo la mirada agradecida de éste, permanece sentada sobre la tapa del baúl hasta que llega la policía.

Documental de Win Wenders sobres los hermanos Skladanowsky