El puente suena
El puente suena fue un proyecto instalativo de arte sonoro desarrollado y llevado a cabo por el grupo Buenos Aires Sonora. Contó con dos versiones: El Puente Suena I, en 2004, y El Puente Suena II (Invocaciones), en 2011.
El Puente Suena I – Puente de la Mujer
El 11 y 12 de diciembre de 2004, BAS realizó una intervención en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, para celebrar el 15º aniversario del barrio.
Con procesamiento de sonido en tiempo real, generaron acciones musicales sobre diferentes superficies resonantes. La intención era transformar al puente en un enorme instrumento musical o, en palabras de Martin Liut: “sacarle sus sonidos al puente”.
Se instalaron ocho tensores de acero de hasta 30 metros de largo los cuales emitían sonidos en base a las vibraciones del puente, funcionando así como cuerdas de un instrumento. Sobre las barandas se dispuso una serie de micrófonos que amplificaban y volvían perceptibles las vibraciones inherentes a la estructura. A su vez, los integrantes del grupo golpeaban con pallillos de madera las superficies resonantes del puente, alternando entre diferentes improvisaciones rítmicas.
El sonido capturado en vivo era acompañado por un mapa sonoro del barrio, el cual contaba con grabaciones que iban desde la reserva ecológica a la terminal portuaria.
El Puente Suena II (Invocaciones) – Puente Avellaneda
El sábado 12 de noviembre de 2011, retomaron el proyecto al realizar otra intervención en este caso el Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, en La Boca.
Primera Invocación: se disponen en el agua de un grupo de botes enciende velas, los cuales con sus luces invocaban a cinco “llamadores de ángeles” que habían sido suspendidos desde el Puente. A partir de esta acción comienza a sonar un collage sonoro compuesto de las “voces del pasado”: voces de inmigrantes contando sobre sus orígenes e historias.
Segunda Invocación: un grupo de performers vestidos de obreros generan una progresión de acciones musicales rítmicas sobre la plataforma, combinando improvisación y una partitura previamente diagramada. Surgen entonces las “voces del presente”, obtenidas a través de señales de radio captadas por el Puente, devenido antena.
El propósito de esta obra era generar un vínculo entre dos tiempos mediante el puente como nexo, y con el sonido como un motor capaz de despertar la memoria del sitio.